viernes, abril 27

Lápiz


Me compré un lápiz en Anibal Pinto. Con dos pequeños orificios para acomodar los dedos.
Me gustaba escribir con el mis historias. Mi lápiz me daba seguridad. Confiaba ahora más que nunca en lo que decía.
Conocí entonces a una mujer encantadora, y no resistí el impulso de escribirle cartas. Ella se enamoró de mi, o de mis palabras, quizás. Nunca lo supe.
Llegó un dia y mi lápiz no escrío nunca más. Entonces ella no se interesa mas por mi.

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