
La nostálgica aparición de la madurez
despertó las cruzes de piedra volcánica.
Llovió durante semanas, día y noche.
En la ventana sopla veleidoso aveces
el viento perdido de una tempestad pasada.
Ahora, mi melancolía pende como el crepúsculo
de un cielo que está pintado en oleo.
despertó las cruzes de piedra volcánica.
Llovió durante semanas, día y noche.
En la ventana sopla veleidoso aveces
el viento perdido de una tempestad pasada.
Ahora, mi melancolía pende como el crepúsculo
de un cielo que está pintado en oleo.